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Fairtrade celebra el Día Internacional de la Mujer


El 8 de marzo celebramos el Día Internacional de la Mujer. Con alegría vemos que en el mundo de la certificación de Comercio Justo contamos con mujeres en todas partes.
Según el último informe de impacto de Fairtrade, las cooperativas de pequeños productores tienen un 20% de socias, es decir mujeres que son dueñas de sus propios terrenos y son socias de pleno derecho. Y en las plantaciones que suministran por ejemplo té de comercio justo contamos con un  47% de trabajadoras. En total la cuarta parte de todas las personas que participan en Fairtrade son mujeres, están en el trabajo en el campo, en el procesamiento y en la gestión de las organizaciones de productores y cooperativas.
La participación de mujeres enérgicas y entusiastas, como lo son las productoras que nos han comentado sus experiencias con motivo del 8 de marzo, ha aumentado la participación de mujeres en Fairtrade en todas las regiones de productores. Además su trabajo ha fomentado la igualdad de género, derechos laborales y oportunidades para mujeres.

IbuRahmah: Chairwoman of Ketiara Coffee Cooperative

Mujeres de la cooperativa Ketiara en Indonesia.
Adela Torres, sindicalista colombiana.
Cooperativistas de Tighanimine, Marruecos
Escuchando a IbuRahmah se llega a tener la impresión de que en la región Central Aceh Regency de Indonesia el café es mucho más que una material prima, es una familia. Y Rahmah debería saberlo, su padre y antes de él su abuelo ya fueron caficultores.

Una herencia que ha sido uno de los motivos por los que en el 2009 ella fue elegida presidenta cuando se creó la cooperativa Ketiara Cooperative  que comenzó entonces con tan solo 38 socios. Rahmah misma lleva más de 20 años en el negocio del café. Ketiara Cooperative tiene ahora 136 socias y 766 socios. 

Rahmah cuenta con muchas mujeres en su equipo de gestión de Ketiara, pero lo que más la satisface es el éxito que Ketiara consigue tener en los pueblos, en los que Rahmah ha ayudado a establecer relaciones con casi todos los comerciantes relevantes en la capital Medan. Ketiara espera producir este año un total de 612 toneladas de café verde con certificación Fairtrade.

Rahmah sigue teniendo sus propios cultivos de café y sabe que sin las mujeres la agricultura de la región no funcionaría igual. “Aquí” dice “las que trabajan el café día a día son las mujeres. Los hombres más bien están fumando” añade con una risa.

Ketiara se ha certificado con Fairtrade en el 2012 y la cooperativa ha invertido el pago de la prima Fairtrade hasta ahora en mejorar los cultivos e implementar medidas anti-erosión. Ramah comenta que este será el primer mes en el que una parte de la prima se pagará a los socios en efectivo. “No es mucho dinero” dice, “pero los socios están contentos.” 


Adela Torres: Secretaria General del sindicato SINTRAINAGRO

Adela Torres ha trabajado durante una década en una plantación de banana, antes de convertirse en defensora de los derechos de los trabajadores. Cuando ella comenzó la militancia en el sindicado los obstáculos para la persona que quería fomentar los derechos laborales eran múltiples – escaso cumplimiento de la legislación social y laboral, falta de oportunidades, discriminación de género e incluso violencia por parte de grupos armados. Pero Adela estaba decidida a luchar y se unió al sindicato columbiano SINTRAINAGRO.

En los últimos 15 años el trabajo de Adela ha ayudado a SINTRAINAGRO a crecer, el sindicato cuenta ahora con 26.000 afiliados en Colombia, de los que 2.500 son trabajadores de 20 plantaciones de banana que trabajan con Fairtrade. Adela comenta que uno de sus mayores logros ha sido mejorar las condiciones de trabajo a través de la negociación colectiva, sobre todo porque ha sido capaz de “convencer a la patronal de que si  conseguimos dignidad para los trabajadores, eso puede mejorar la productividad”.

Adela subraya también su trabajo en toda Colombia y a nivel internacional con mujeres trabajadoras. Añade que el secretariado de mujeres es uno de lo departamentos más dinámicos dentro de SINTRAINAGRO.
A pesar de sus logros Adela es muy consciente de todos los retos que aún quedan por delante. Dice que por la volatilidad de la moneda y los tipos de cambio así como por la presencia de grupos armados en la región es aún difícil llevar a cabo el trabajo sindical con normalidad.


Nadia Fatmi – Argan oil from Cooperative Tighanimine

En Agadir, en el Suroeste de Marruecos abundan los arboles de argán. Crecen prácticamente solo en ésta zona y su aceite se ha convertido en los últimos años en un producto que se aprecia también en otros países.

Con este trasfondo un grupo de mujeres que había sido fundado por Nadia Fatmi y organizaba clases de alfabetización decidió hacer algo para salir de la pobreza por sus propios medios. En 2007 crearon la primera cooperativa de aceite de argán del mundo y la llamaron Tighanimine. En el 2011 se certificaron con Fairtrade.

“Es un  trabajo que en el Sur de Marruecos siempre ha sido de las mujeres” dice AfafeDaoud, portavoz de Tighanimine. “Son las únicas que saben abrir los frutos y extraer el aceite.” El aceite de argán se ha convertido en un ingrediente preciado para cosméticos de lujo y tiene mercado en España, Francia, Inglaterra, Italia y EEUU.

Al fundar la cooperative las 60 agricultoras de Tighanimine retaban la tradición de la zona según las que los maridos o padres eran los únicos que ganaban dinero. “Dependíamos económicamente al 100% de los hombres”, dice Daoud. Y en un principio los hombres se oponían a la iniciativa, hasta que llegaron los primeros ingresos. “Poco a poco y al ver los beneficios económicos comenzaron a ser más cooperativos e incluso animaban a más mujeres a apuntarse a la cooperativa”, se acuerda Daoud.

El volumen de aceite que Tighanimine consigue vender como Fairtrade es aún relativamente bajo, pero la cooperativa obtuvo por su trabajo un premio de la Red marroquí de economía solidaria y social así como del Instituto Pan-africano para el Desarrollo. Además Fatmi se ha convertido en la presidenta de la junta de la red de productores del Norte de África.

Daoud comenta que algunos de los efectos que Tighanimine ha tenido para las mujeres – están muy a la vista, como la ropa más bonita para ellas y sus hijos, y las casas en mejores condiciones. Otros efectos son menos evidentes, pero los considera igual de importantes: “Mujeres que trabajan en la cooperativa tienen más confianza en ellas mismas porque se sienten importantes en sus casas.”
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