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Eres la primera productora que se ha convertido en presidenta de Fairtrade International: ¿Qué oportunidad representa tu cita para otros productores de la red?
Es un honor y una gran oportunidad para los productores que se sienten en la Junta de Fairtrade International y representar un sistema en todo el mundo. Fairtrade existe para servir a los intereses de los pequeños productores y trabajadores, esto requiere de conocimientos y la colaboración entre las redes, el sistema y los mercados. Para los productores es la participación activa de productores y sus redes en el desarrollo e implementación de estrategias lo que marcan una verdadera diferencia. Fairtrade está cambiando, la decisión de dar la copropiedad a los productores fue un primer paso para empoderar a los productores en tener un control real sobre su vida y el futuro de Fairtrade. La Junta me dio la oportunidad de presidir el sistema Fairtrade, para mí esto es una señal para los productores y el mundo de que los productores se encuentran en el corazón de Fairtrade, y que el sistema está comprometido a luchar por los productores y las necesidades de sus comunidades. La Junta está trabajando muy duro para alinear los intereses de los productores con los intereses del mercado, escuchando con mucha atención a la posición de los productores de diferentes continentes y asegurándose de que las decisiones estratégicas responden a las demandas de los productores y garantizando un crecimiento de las ventas y del impacto.
Seguro que no es ni una sola voz y postura de un productor, ni tampoco una sola voz o postura del mercado, y es por eso que todos trabajamos duro para lograr el consenso; esto requiere la habilidad de escuchar, consultar, aprender, entender y seguir adelante como un movimiento comprometido. En los últimos dos años, Fairtrade se ha esforzado en mejorar el impacto para productores y sus comunidades. Sabemos que tenemos que entregar a la medida servicios a los productores y trabajadores, y tenemos que garantizar la sostenibilidad de la producción y el comercio, enfrentarnos a los desafíos del cambio climático y llegar a los grupos más vulnerables. Todo esto es imposible sin la activa participación de las redes de productores en los diferentes continentes. Mi objetivo es lograr una fuerte alineación entre los productores del sur y el mercado del norte, con funciones claras para todas las partes implicadas, con la confianza mutua y la colaboración de ser siempre los motores del cambio tanto dentro como fuera del movimiento Fairtrade.
Cuéntanos tu historia: ¿Cómo empezaste en este campo?
Empecé a trabajar en 1986 con pequeños productores en la reforma de la tierra dominicana. Estos productores eran considerados como los más pobres entre los pobres, y había incluso leyes especiales para el uso de tierra y crédito para protegerles a ellos y a sus familias. Mi trabajo era fortalecer las organizaciones a través de asistencia técnica y entrenamiento en habilidades comerciales, financieras y administrativas, junto a prácticas democráticas y participativas. En 1996 una ONG holandesa (Solidaridad) me pidió investigar dónde y cómo empezar en la República Dominicana con un proyecto piloto de plátanos de Comercio Justo, y más tarde, apoyar la implementación de este proyecto. Empezamos con tres organizaciones/ grupos en el norte y dos en el sur. Más tarde, las organizaciones del norte formaron una organización llamada Banelino la cual llevo ahora.
¿Puedes darnos algunas cifras sobre Banelino y los países en los que está trabajando?
Banelino es la mayor cooperativa de pequeños productores de banano en la República Dominicana, nuestros productores son principalmente productores de la reforma agraria, algunos de ellos ahora son titulares de la tierra, otros sólo tienen el derecho de uso de la tierra. Tenemos 310 productores en el norte de la región de República Dominicana, 97% de nuestra producción es ecológica. Banelino produce sólo en la República Dominicana, pero tenemos algunos programas de formación y sociales con Haití. Nuestros productores maneja tres cuartas partes de su tierra, y exportamos semanalmente unas 25000 cajas a Europa. Nuestra misión es mejorar el progreso social, económico y ambiental de los productores, de sus familias y sus comunidades a través de una producción competitiva, sostenible, saludable y de calidad. 26% de nuestros productores son mujeres.
¿Cuál ha sido tu mayor momento de satisfacción en el lado de Fairtrade? ¿Tienes algún recuerdo especialmente emblemático?
Hay tantas historias para recordar. El primer container vendido por Banelino, se celebró con algunas botellas de ron barato bajo un árbol de mango. Giras de los productores para promover Fairtrade, el miedo de perder a los productores en los aeropuertos y trenes, largos debates, y sobre todo amistad y risas. La CLAC lucha contra una competencia injusta y tiene una fuerte demanda para ser escuchada. Nos preparamos para las reuniones, leyendo documentos, intentando entender lo mejor que pudimos en inglés, y trabajando como un solo equipo, con el apoyo de líderes como Raúl de Águila, siempre apoyándonos, siempre con sabios consejos, incluso cuando esto nos costó una semana de comer pato cada noche, porque era la comida que él prefería y el único lugar en la ciudad que conocía (en una reunión en Bruselas).
¿Ser una mujer profesional alguna vez le puso en desventaja con sus retos profesionales? ¿Qué recomendaría a otras mujeres que juegan un papel clave como usted?
Nunca sentí que ser mujer ha sido una desventaja en mi vida o en mi profesión. Creo que las mujeres a veces nos limitamos más de lo que hacen los hombres, o permitimos que los hombres lo hagan. Siempre he sido muy respetada en mi trabajo, aunque la agricultura sea principalmente un mundo de hombres. Pero también creo que una mujer debe exigir este respeto, y ser una buena profesional, porque al final lo que logramos es lo que cuenta. Por otra parte, las mujeres tienen muchos trabajos, y es un reto poder combinar las diferentes tareas y asumir cada vez más y más responsabilidades. En mi caso, yo soy madre de tres niños, tengo que manejar mi familia, trabajo y otras responsabilidades, y esto es un trabajo de 24 horas al día. Pero para mí, yo no podría hacerlo sin la pasión que siento cada vez que veo progreso, productores comprometidos y comunidades en desarrollo. Mi lección es, hagas lo que hagas, hazlo con pasión.
El cambio climático amenaza la biodiversidad: ¿Cuál de los cultivos se ha visto más afectado y cuál tiene más riesgo en el futuro próximo?
El café se ha visto muy afectado por el cambio climático, esto no solo afecta al volumen de café disponible y las vidas de caficultores y sus comunidades, sino también al medio ambiente - el café es uno de los cultivos que garantiza la protección de los suelos, e incluso la disponibilidad de agua. Las bananas siempre han sido vulnerables: y podemos ver esto en países como las Islas de Barlovento, en la que apenas quedan 24000 productores.
Como cada compra significa "votando con nuestra cartera", ¿cuál sería su atractivo electoral para llegar a los electores indecisos frente a un estante?
Yo compro Fairtrade porque los estándares Fairtrade significan comida de calidad, producida por agricultores y comunidades que se preocupan por la gente y el planeta. Comprar Fairtrade significa invertir en la seguridad alimentaria, la salud del planeta y una vida digna para los productores que se preocupan por nosotros.
¿Qué mensaje le darías a los visitantes del Cacao Clustar que entran en contacto con Fairtrade?
El cacao es producido por pequeños productores de todo el mundo que necesitan vender mucho más volumen en condiciones Fairtrade para generar un impacto significativo en la vida de su familia y sus comunidades. Fairtrade marca la diferencia, pero necesitamos vincular a los productores, a la industria y a los consumidores para que todos empujemos por la sostenibilidad y la dignidad, de tal manera que el chocolate que comamos sepa mucho mejor.
Es un honor y una gran oportunidad para los productores que se sienten en la Junta de Fairtrade International y representar un sistema en todo el mundo. Fairtrade existe para servir a los intereses de los pequeños productores y trabajadores, esto requiere de conocimientos y la colaboración entre las redes, el sistema y los mercados. Para los productores es la participación activa de productores y sus redes en el desarrollo e implementación de estrategias lo que marcan una verdadera diferencia. Fairtrade está cambiando, la decisión de dar la copropiedad a los productores fue un primer paso para empoderar a los productores en tener un control real sobre su vida y el futuro de Fairtrade. La Junta me dio la oportunidad de presidir el sistema Fairtrade, para mí esto es una señal para los productores y el mundo de que los productores se encuentran en el corazón de Fairtrade, y que el sistema está comprometido a luchar por los productores y las necesidades de sus comunidades. La Junta está trabajando muy duro para alinear los intereses de los productores con los intereses del mercado, escuchando con mucha atención a la posición de los productores de diferentes continentes y asegurándose de que las decisiones estratégicas responden a las demandas de los productores y garantizando un crecimiento de las ventas y del impacto.
Seguro que no es ni una sola voz y postura de un productor, ni tampoco una sola voz o postura del mercado, y es por eso que todos trabajamos duro para lograr el consenso; esto requiere la habilidad de escuchar, consultar, aprender, entender y seguir adelante como un movimiento comprometido. En los últimos dos años, Fairtrade se ha esforzado en mejorar el impacto para productores y sus comunidades. Sabemos que tenemos que entregar a la medida servicios a los productores y trabajadores, y tenemos que garantizar la sostenibilidad de la producción y el comercio, enfrentarnos a los desafíos del cambio climático y llegar a los grupos más vulnerables. Todo esto es imposible sin la activa participación de las redes de productores en los diferentes continentes. Mi objetivo es lograr una fuerte alineación entre los productores del sur y el mercado del norte, con funciones claras para todas las partes implicadas, con la confianza mutua y la colaboración de ser siempre los motores del cambio tanto dentro como fuera del movimiento Fairtrade.
Cuéntanos tu historia: ¿Cómo empezaste en este campo?
Empecé a trabajar en 1986 con pequeños productores en la reforma de la tierra dominicana. Estos productores eran considerados como los más pobres entre los pobres, y había incluso leyes especiales para el uso de tierra y crédito para protegerles a ellos y a sus familias. Mi trabajo era fortalecer las organizaciones a través de asistencia técnica y entrenamiento en habilidades comerciales, financieras y administrativas, junto a prácticas democráticas y participativas. En 1996 una ONG holandesa (Solidaridad) me pidió investigar dónde y cómo empezar en la República Dominicana con un proyecto piloto de plátanos de Comercio Justo, y más tarde, apoyar la implementación de este proyecto. Empezamos con tres organizaciones/ grupos en el norte y dos en el sur. Más tarde, las organizaciones del norte formaron una organización llamada Banelino la cual llevo ahora.
¿Puedes darnos algunas cifras sobre Banelino y los países en los que está trabajando?
Banelino es la mayor cooperativa de pequeños productores de banano en la República Dominicana, nuestros productores son principalmente productores de la reforma agraria, algunos de ellos ahora son titulares de la tierra, otros sólo tienen el derecho de uso de la tierra. Tenemos 310 productores en el norte de la región de República Dominicana, 97% de nuestra producción es ecológica. Banelino produce sólo en la República Dominicana, pero tenemos algunos programas de formación y sociales con Haití. Nuestros productores maneja tres cuartas partes de su tierra, y exportamos semanalmente unas 25000 cajas a Europa. Nuestra misión es mejorar el progreso social, económico y ambiental de los productores, de sus familias y sus comunidades a través de una producción competitiva, sostenible, saludable y de calidad. 26% de nuestros productores son mujeres.
¿Cuál ha sido tu mayor momento de satisfacción en el lado de Fairtrade? ¿Tienes algún recuerdo especialmente emblemático?
Hay tantas historias para recordar. El primer container vendido por Banelino, se celebró con algunas botellas de ron barato bajo un árbol de mango. Giras de los productores para promover Fairtrade, el miedo de perder a los productores en los aeropuertos y trenes, largos debates, y sobre todo amistad y risas. La CLAC lucha contra una competencia injusta y tiene una fuerte demanda para ser escuchada. Nos preparamos para las reuniones, leyendo documentos, intentando entender lo mejor que pudimos en inglés, y trabajando como un solo equipo, con el apoyo de líderes como Raúl de Águila, siempre apoyándonos, siempre con sabios consejos, incluso cuando esto nos costó una semana de comer pato cada noche, porque era la comida que él prefería y el único lugar en la ciudad que conocía (en una reunión en Bruselas).
¿Ser una mujer profesional alguna vez le puso en desventaja con sus retos profesionales? ¿Qué recomendaría a otras mujeres que juegan un papel clave como usted?
Nunca sentí que ser mujer ha sido una desventaja en mi vida o en mi profesión. Creo que las mujeres a veces nos limitamos más de lo que hacen los hombres, o permitimos que los hombres lo hagan. Siempre he sido muy respetada en mi trabajo, aunque la agricultura sea principalmente un mundo de hombres. Pero también creo que una mujer debe exigir este respeto, y ser una buena profesional, porque al final lo que logramos es lo que cuenta. Por otra parte, las mujeres tienen muchos trabajos, y es un reto poder combinar las diferentes tareas y asumir cada vez más y más responsabilidades. En mi caso, yo soy madre de tres niños, tengo que manejar mi familia, trabajo y otras responsabilidades, y esto es un trabajo de 24 horas al día. Pero para mí, yo no podría hacerlo sin la pasión que siento cada vez que veo progreso, productores comprometidos y comunidades en desarrollo. Mi lección es, hagas lo que hagas, hazlo con pasión.
El cambio climático amenaza la biodiversidad: ¿Cuál de los cultivos se ha visto más afectado y cuál tiene más riesgo en el futuro próximo?
El café se ha visto muy afectado por el cambio climático, esto no solo afecta al volumen de café disponible y las vidas de caficultores y sus comunidades, sino también al medio ambiente - el café es uno de los cultivos que garantiza la protección de los suelos, e incluso la disponibilidad de agua. Las bananas siempre han sido vulnerables: y podemos ver esto en países como las Islas de Barlovento, en la que apenas quedan 24000 productores.
Como cada compra significa "votando con nuestra cartera", ¿cuál sería su atractivo electoral para llegar a los electores indecisos frente a un estante?
Yo compro Fairtrade porque los estándares Fairtrade significan comida de calidad, producida por agricultores y comunidades que se preocupan por la gente y el planeta. Comprar Fairtrade significa invertir en la seguridad alimentaria, la salud del planeta y una vida digna para los productores que se preocupan por nosotros.
¿Qué mensaje le darías a los visitantes del Cacao Clustar que entran en contacto con Fairtrade?
El cacao es producido por pequeños productores de todo el mundo que necesitan vender mucho más volumen en condiciones Fairtrade para generar un impacto significativo en la vida de su familia y sus comunidades. Fairtrade marca la diferencia, pero necesitamos vincular a los productores, a la industria y a los consumidores para que todos empujemos por la sostenibilidad y la dignidad, de tal manera que el chocolate que comamos sepa mucho mejor.
