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El algodón es la fibra natural más usada en el mundo, es el “oro blanco” que aleja de la pobreza a 10 millones de africanos occidentales. Las naciones de África occidental de Benín, Burkina Faso, Chad y Mali producen el algodón más barato del mundo, pero un nuevo informe a fondo de la Fundación Fairtrade revela hoy en qué medida la industria del algodón de África occidental se ve afectada por una barrera de ayudas repartidas por los Estados Unidos y la Unión Europea a sus agricultores.
Entre los Estados Unidos y la Unión Europea han repartido 31.45 mil millones de dólares en los últimos nueve años en ayudas a sus productores de algodón, rebajando así los precios de algodón a escala mundial y a la vez reduciendo la demanda por el algodón de África occidental, restringiendo así sus posibilidades de salir por sí mismos de la pobreza y perpetuando dependencia de ayudas. La Unión Europea paga 2,51 dólares por libra de algodón para ayudar a sus 100.000 productores de algodón, lo cual es más que el precio de mercado del algodón. Mientras tanto, se estima que los ingresos que han perdido los países productores de algodón de África occidental debido a la bajada de precios ascienden a 250 millones de dólares al año.
El informe 'La gran estafa del algodón' ('The Great Cotton Stitch Up') se publica con tres días de antelación a las propuestas de la Comisión Europea para reformar la Política agrícola común de 50 mil millones de euros mediante la que se proporcionan las subvenciones al algodón. Desde Fairtrade se está emprendiendo una campaña para solicitar a la Unión Europea que acabe con estas subvenciones al algodón que están afectando al mercado. Esta decisión dejaría aislados a los EEUU, que reparten 24,25 mil millones de dólares en subvenciones entre apenas 3.500 plantaciones algodoneras. El informe se centra en el poderoso lobby del algodón de EEUU que financia a políticos estadounidenses y detalla además los desafíos a los que se enfrentan los 4 países de la iniciativa del algodón, cuyos componentes se encuentran entre los países menos desarrollados del planeta.
Harriet Lamb, directora ejecutiva de Fairtrade Foundation comentó: “Este informe pone de manifiesto una de las mayores injusticias del mercado en estos tiempos. 10 millones de agricultores permanecen sumidos en la pobreza mientras la Unión Europea y los EEUU ofrecen subvenciones que distorsionan el mercado. Resulta increíble que las subvenciones de la Unión Europea al algodón superen al precio del algodón en los mercados mundiales. […]. En Mali, estamos trabajando con una cooperativa de 8.000 miembros que han conseguido ganar un 50% más al producir y vender algodón orgánico de Comercio Justo. Como resultado, el 95% de sus hijos asisten al colegio comparado con la media nacional de 43%. Este es un ejemplo de lo que se puede conseguir al mejorar mínimamente los ingresos de los agricultores. Ha llegado el momento de acabar con 'la gran estafa del algodón’.”
Douda Samake, agricultor y miembro de la cooperativa de productores de algodón Mobiom Fairtrade en el sur de Mali señala: "El algodón es nuestra única fuente de ingreso. [Las subvenciones en EEUU] son el motivo por el cual estamos produciendo menos algodón. Los productores de algodón de Mali a duras penas consiguen hacer frente al coste de vida. Tienen muchas deudas, con lo cual la gente está dejando el algodón. Me enfurece. Si se tratara de usted, ¿qué pensaría? La economía del país se resiente. Mali depende en gran medida del algodón. Es obvio que la economía se ve perjudicada si hay menos gente produciendo algodón. Es el principal producto de exportación de Mali y el estado no cuenta con los fondos necesarios para cubrir los gastos de sanidad y educación.”
Las cuatro naciones que forman la iniciativa del algodón fueron vistas como el ejemplo por excelencia de injusticia comercial grave cuando en 2001 las superpotencias mundiales comenzaron las negociaciones para elaborar las nuevas reglas del comercio mundial. A la sombra del 11 de septiembre, la Ronda de Doha nació con el objetivo de ayudar a los países pobres a entrar en los mercados mundiales, pero mientras nos adentramos en la primera década de las negociaciones de Doha ‘La Gran estafa del algodón’ revela que poco se ha logrado para ayudar a los cuatro países de la iniciativa del algodón a abrirse camino fuera de la pobreza.
Puedes encontrar más información sobre el tema en la web de Fairtrade Foundation (en inglés): http://www.fairtrade.org.uk
Mondo Service, Agencia de traducción, y la traductora voluntaria María Eugenia Reimunde han traducido amablemente este artículo al español dentro del proyecto de traducción gratuita de páginas web para asociaciones y ONG sin ánimo de lucro.
Entre los Estados Unidos y la Unión Europea han repartido 31.45 mil millones de dólares en los últimos nueve años en ayudas a sus productores de algodón, rebajando así los precios de algodón a escala mundial y a la vez reduciendo la demanda por el algodón de África occidental, restringiendo así sus posibilidades de salir por sí mismos de la pobreza y perpetuando dependencia de ayudas. La Unión Europea paga 2,51 dólares por libra de algodón para ayudar a sus 100.000 productores de algodón, lo cual es más que el precio de mercado del algodón. Mientras tanto, se estima que los ingresos que han perdido los países productores de algodón de África occidental debido a la bajada de precios ascienden a 250 millones de dólares al año.
El informe 'La gran estafa del algodón' ('The Great Cotton Stitch Up') se publica con tres días de antelación a las propuestas de la Comisión Europea para reformar la Política agrícola común de 50 mil millones de euros mediante la que se proporcionan las subvenciones al algodón. Desde Fairtrade se está emprendiendo una campaña para solicitar a la Unión Europea que acabe con estas subvenciones al algodón que están afectando al mercado. Esta decisión dejaría aislados a los EEUU, que reparten 24,25 mil millones de dólares en subvenciones entre apenas 3.500 plantaciones algodoneras. El informe se centra en el poderoso lobby del algodón de EEUU que financia a políticos estadounidenses y detalla además los desafíos a los que se enfrentan los 4 países de la iniciativa del algodón, cuyos componentes se encuentran entre los países menos desarrollados del planeta.
Harriet Lamb, directora ejecutiva de Fairtrade Foundation comentó: “Este informe pone de manifiesto una de las mayores injusticias del mercado en estos tiempos. 10 millones de agricultores permanecen sumidos en la pobreza mientras la Unión Europea y los EEUU ofrecen subvenciones que distorsionan el mercado. Resulta increíble que las subvenciones de la Unión Europea al algodón superen al precio del algodón en los mercados mundiales. […]. En Mali, estamos trabajando con una cooperativa de 8.000 miembros que han conseguido ganar un 50% más al producir y vender algodón orgánico de Comercio Justo. Como resultado, el 95% de sus hijos asisten al colegio comparado con la media nacional de 43%. Este es un ejemplo de lo que se puede conseguir al mejorar mínimamente los ingresos de los agricultores. Ha llegado el momento de acabar con 'la gran estafa del algodón’.”
Douda Samake, agricultor y miembro de la cooperativa de productores de algodón Mobiom Fairtrade en el sur de Mali señala: "El algodón es nuestra única fuente de ingreso. [Las subvenciones en EEUU] son el motivo por el cual estamos produciendo menos algodón. Los productores de algodón de Mali a duras penas consiguen hacer frente al coste de vida. Tienen muchas deudas, con lo cual la gente está dejando el algodón. Me enfurece. Si se tratara de usted, ¿qué pensaría? La economía del país se resiente. Mali depende en gran medida del algodón. Es obvio que la economía se ve perjudicada si hay menos gente produciendo algodón. Es el principal producto de exportación de Mali y el estado no cuenta con los fondos necesarios para cubrir los gastos de sanidad y educación.”
Las cuatro naciones que forman la iniciativa del algodón fueron vistas como el ejemplo por excelencia de injusticia comercial grave cuando en 2001 las superpotencias mundiales comenzaron las negociaciones para elaborar las nuevas reglas del comercio mundial. A la sombra del 11 de septiembre, la Ronda de Doha nació con el objetivo de ayudar a los países pobres a entrar en los mercados mundiales, pero mientras nos adentramos en la primera década de las negociaciones de Doha ‘La Gran estafa del algodón’ revela que poco se ha logrado para ayudar a los cuatro países de la iniciativa del algodón a abrirse camino fuera de la pobreza.
Puedes encontrar más información sobre el tema en la web de Fairtrade Foundation (en inglés): http://www.fairtrade.org.uk
Mondo Service, Agencia de traducción, y la traductora voluntaria María Eugenia Reimunde han traducido amablemente este artículo al español dentro del proyecto de traducción gratuita de páginas web para asociaciones y ONG sin ánimo de lucro.
