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Té e Infusiones - Información interesante
Hay más de 30 países productores de té en el mundo. Como el cacao, el azúcar y el café, el té es un producto de tiempos coloniales, y las plantaciones en India, Sri Lanka y Africa del Este son resquicios del Imperio Británico. En estos países, el té representa un bien muy importante de exportación y divisas. Generalmente se cultiva en plantaciones y no por parte de pequeños productores.

Por su historia y su papel en el sistema de comercio internacional actual, el té, un producto agrícola por excelencia, está claramente destinado a formar parte del sistema Fairtrade. No genera un precio en el mercado internacional que asegure un nivel de vida digno a recolectores de té y trabajadores de plantaciones. Sus condiciones de vida y de trabajo necesitan de una mejora sostenible.

Un caso especial: té Rooibos

La planta del Rooibos o "té rojo" en realidad no es una planta de té, sino pertenece a la familia de los legumbres. Se cultiva exclusivamente en la región Cerderberg Mountains, en el suroeste de Suráfrica.
El sabor del rooibos es parecido al del té negro, aunque es algo más suave, dulce y afrutado. Y no contiene cafeína ni tanino, las sustancias menos saludables del té convencional. En cambio lleva más de 200 elementos minerales como hierro, zinc y magnesio y tiene fama de ser curativo para varias enfermedades y alergias. En Suráfrica el rooibos no se usa sólo como infusión, sino que también es un ingrediente habitual en la cocina, en la repostería y en la cosmética.

Las hojas de la planta rooibos se cosechan una vez al año. Después de la cosecha se cortan en trozos de 3 mm. Gracias al jugo de las hojas comienza seguidamente el proceso de fermentación que influye en el color rojo y el sabor del té. Después las hojas se dejan secar al sol.


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